domingo, 30 de abril de 2017

Soledad Compartida.

Abrazo la almohada conquistada con el aroma de tu cuerpo,
aspiro y suspiro el perfume embellecedor que tu ausencia propaga,
el vacío producido por la no presencia de tu generoso cuerpo
es el territorio salvaje donde mis manos naufragan a diario.

La hora del sueño pasó, y la verdad aún en camisón fue desnudando
mías ansias, mis lágrimas buscan cobijo en unas diáfanas sábanas que
propagan tu nombre, sin tu presencia, soy una marioneta necesitada de
una caricia que manipule mis deseos, mis últimas fuerzas de fatua
resistencia ,se desploman mientras otro amanecer beligerante me
recuerda de nuevo que vuelvo a ser un ser sin ser.