Galeras.

Rugen cadenas,
rezos convertidos en plegarias,
almas de baja pecunia
gritos encadenados.
Sudores envenenados,sobornados.
Humedad clandestina
muerte que se avecina.
Murmullos de penas
palabras imaginarias,
libertad en lejanía.
Banco ausente
piel restringida,
la parca anida
en tu mano caliente.
El amor se ahoga
bajo la fuerza de tu soga.

Dulcinea.

Resuena el aleteo del dulce colibrí
en la comisura de tus labios hambrientos,
el sollozo de tus besos son meros lamentos
en el frágil sueño que un día dibujé y no percibí.
Realismo ocultado bajo el mestizaje sin mensaje
cuerpo ardiente renunciando a todo su equipaje,
sábana melancólica arropa tu alma bucólica
tus manos en busca de mi carícia alcohólica.
Desperté de la resaca de tu fugura
demasiados grados visten tu hermosura,
no hay recuerdo que empañe esta visión
prefiero morir sin vivir sin ninguna ilusión.

Destronado.

Pálida oscuridad soborna tu contorno,
mestizaje de luces iluminan penitentes el entorno
por donde la sombra amante susurra traidora,
clama la venganza en voz locuaz,inquisidora.
No llega el mañana al nido del pájaro tunante,
el sueño despereza el rencor más insinuante
el quizás extiende sus tentáculos más convergentes
propiciando íntimas carícias sobre tus pechos insurgentes.
El dolor del rechazo es puro dolor de corazón,
esperanza sin esperanza muere sin ilusión
murmullos agotadores convertidos en rumores incipientes
renace el amor en otro rumor de posiciones indiferentes.

Anónimo.

Mares convertidos en océanos,

olas implacables desmoronan

mi destino,

sol horizonte vigilando

la opaciedad del vértigo.

Miedo al sentir tu distancia,

se prolonga la austeriedad

emocional,

latidos reconvertidos

en próximos suspiros.

Enjambre de deseo,

agónico vertido

de lágrimas redimidas,

pecador penitente

convencido de mi fe.