Locura devenida, heredada
por la incipiente ceguera
de tus prófugas manos,
distancias encontradas
bajo el auspicio del beso
robado, la comisura de tus
impíos labios, frontera del libido
imposible, cierra la trashumante
caricia en núbil letanía.
Mirada profunda, tarasca,
reina de las noches cabales,
lánguidas horas en deshuso
marcan el inicio impasible
del paseo final.
El abismo entre tu
cuerpo y el mio, claro
ejemplo de la reinante
anarquía que bautiza
nuestro día a día.
por la incipiente ceguera
de tus prófugas manos,
distancias encontradas
bajo el auspicio del beso
robado, la comisura de tus
impíos labios, frontera del libido
imposible, cierra la trashumante
caricia en núbil letanía.
Mirada profunda, tarasca,
reina de las noches cabales,
lánguidas horas en deshuso
marcan el inicio impasible
del paseo final.
El abismo entre tu
cuerpo y el mio, claro
ejemplo de la reinante
anarquía que bautiza
nuestro día a día.