El vaso vacio es mi compañero
amigo de fatigas compartidas
su lealtad, es siempre lo primero,
su fidelidad,testigo de mis acometidas.
Siempre a mi lado,callado
vigilante de mi atardecer
pbserva mi rostro palidecer
y mi gesto contrariado.
Nunca dice que no al relleno
ofreciendo su singular boca,
engulle con ansia, que no es poca,
el vírgen licor, haciendo más améno,
la espera hacia mi eterno horizonte.
Puro,frágil,cristalino,transparente
son sus alegres y joviales vestiduras,
siempre con la boca abierta,sonriente,
me guiña el ojo para que me despoje
de mis últimas armaduras.
martes, 1 de diciembre de 2009
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