Atosigado por la efervescencia
de tu sólida presencía,
enarbolas la bandera de mi franqueza,
resopla la brisa cansina,llamarada de ligereza,
atusa mis plateados cabellos al sol.
La frente alta,buscando tu indiferencia,
al compás de la legión de palabras
que adornan las suplencias de tu esencia.
Invoco al sueño redimido,oculto en sombras
de agua que rebosan la lágrima de la esperanza.
Intento evocar las situaciones divididas,
aquellas que flotan en la memória de tu añoranza
donde confluyen nuestros sentimientos, como punzadas
lanzadas con dardos de extravagante veneno,
convirtiendo nuestros cuerpos en un ardor interno,
devastándo las fronteras de las herencias asumidas.
Al fín, nuestro impertinente amor,aderezado de rencor,
converge en la hoguera de las llamas consumidas.
lunes, 22 de febrero de 2010
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bejos ;D
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