Las secuencias de tu agreste belleza
son interminables,
me acompañan en estos días interminables,
ráfagas de felicidad
se acoplan a mi bondad,
siento un desdén profundo,sin entereza,
al separar mi pensamiento
de tí,
me ahogo en el remordimiento
sin tí,
dejé de huir hace tiempo
la cueva de los recuerdos respiran,
sin aliento
la fragancía de tu ausencía.
Resoplo, manoseando la inocencía
en que se ha convertido mi insurgencía.
Derrotado en la página del olvido
buceo en la memoria del papél perdido.
Sé que atardece en esta estación,
no pasará por este destino
que vive en perpetua traición.
miércoles, 27 de enero de 2010
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