Caminos entumecidos por la nostalgía
de tus andares,saltan las piedras al pasar,
arremetes con impía pasión la cronología
de nuestras tormentosas disputas,esperar
¿para qué?.El lodo de este ávido sentimiento,
nubla la visión racional de nuestro acercamiento,
sólo son meros oasís de esperanza, en este horizonte
acatarrado por los gérmenes de nuestro indiferente
amor,bella palabra vacía de imprescindible equipaje,
para retornar al quizás, comienzo del último viaje.
La ley de las famosas y variadas incopatibilidades,
resuenan como ligero tango de malena,desplazando nuestras posibilidades.
Ya lo escribió, el más grande,
caminante no hay camino,
querido amigo, ande o no ande,
siempre mi pluma se expande,
a lo largo de tu memória triunfante....
jueves, 11 de marzo de 2010
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