Cálidas lágrimas de púrpura dulzura,
resbalan por las laderas del agotamiento,
se mezclan con la agreste selva impura,inmadura,
mojándola de verde grís sentimiento.
El rumor crece en campo abierto,
alimentado por el vaivén cierto o incierto,
de la palabra hedionda servilmente agasajada,
por la mesura de esa lengua mareada.
La desconfianza ruge en este mar de amargura,
donde semilla a semilla, voz a voz,paso a paso,
brota y crece salvaje en la inmensa llanura,
de las conciéncias podridas..¡ qué atraso!
Tantas civilizaciones perdidas, ilusiones desvanecidas,
tanto nadar a contracorriente,nadie lo asimila
demasiada lucha para morir en la misma orilla.
lunes, 12 de abril de 2010
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La sequía es algo de lo que carece tu alma, que calma la sed de los que te leemos.
ResponderEliminarPreciso poema
un besito
Cuánta razón llevas..."demasiada lucha para morir en la misma orilla".
ResponderEliminarMuy intenso el poema, hermoso.
Un beso.
Para llegar a la misma orilla... y muchas veces sin haber aprendido a dar un abrazo.
ResponderEliminarUn beso!