El pasado desnuda las ruinas de tus lúgubres días,
siempre atento, siempre alerta,muestra sus insulsas manías,
reconvirtiendo tanto sufrimiento, tanta pena,en meras agonías.
Con la complicidad del tiempo,ese infructuoso amante leal,
vas recordando los múltiples senderos del bien y del mal.
Peregrinan en el recuerdo buscando la última salida,
para no volver a recaer e esta enfermedad tan sufrida,
que no es otra, sí, lo has adivinado, el olvido.
Ninguna enfermedad mata al hombre desvalido,
con tanta ferocidad, con tanta inmensa saña,
como que nadie se acuerde de tí, la guadaña,
en manos de la muerte, es pecata minuta,
cuando el ego del hombre ya no disfruta,
del agasajo, de las alabanzas, del recuerdo de su nombre.
miércoles, 14 de abril de 2010
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Salvando las distancias, me has recordado unos versos de Bécquer, "Donde habite el olvido", el miedo del poeta a la soledad y a caer en el vacío del olvido.
ResponderEliminarMe ha gustado tu poema, flotan elementos románticos del siglo XIX.
Un beso.
Don Vito:
ResponderEliminargracias por tan agradable visita!!...y sí es triste que no nos recuerden se siente el ego pendiente de un hilo.
Cariños!Nos visitamos
no quedar...gracias x comentar en mi blog,hace bastante,ya, y me comporte como una mala persona,bello trabajo!
ResponderEliminarpoeta
perdon y gracias
lidia-la escriba