Viento sobrado,violento,
golpea la celda de mi cautiverio
convirtiendo el desenlace de este esperpento
en un paisaje triste,poco serio.
El ombligo de mi desleal dolor
se hermana en este casamiento,
adoleciendo de más sufrimiento
el deshonor rociado de amor.
Rejas compartiendo lagrimas
y libertad,
dividen la vida a la mitad.
Uno no sabe si el tiempo perdido
nubla el raciocinio adquirido
o si la lejanía,
es la que destroza esta armonía
del solo yó.
sábado, 28 de noviembre de 2009
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