La sensibilidad del camino,
rehoga mi emocionado destino
sendero abierto al abismo
cerrándose al yó mismo.
Lucha fraticida,personalizada
en dos cabezas de dragón dormido
amor y odio esculpido
con cincél de muerte presagiada.
En el monte del olvido
resuenan campanas sangrientas
ruge el desamor perdido
se despereza el olvido asumido.
Vestido deshilachado,descosido
por las garras del dragón herido
pasó la oportunidad perdida
en una vida triste y desconocida.
sábado, 28 de noviembre de 2009
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