Noche vigilada por el deseo,
escondida en el callejón del olvido,
adormece el amor prohíbido,
acunada por el sollozo cohíbido.
Abro los ojos, despierto,no puedo,
encontrar la salida de este laberinto,
me levanto,sonrio,no siento,
traidora compañia,amigo tinto.
Despejado del efluvío del buen amante,
profundizo en los ojos de mi acompañante,
me inspira falsa lealtad,
en el descubrimiento de esta eterna ciudad.
Busco al sereno de mí libertad,
al guardían de mi efímera felicidad
viernes, 27 de noviembre de 2009
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