Adormecido en la bondad de tus manos
esas que recorren con heroico atrevimiento
mi mas hondo y sutíl pensamiento.
Has reconverido mis gustos insanos
convirtiendo mi alma empobrecida
en un harén de vida enriquecida.
Como mar enfurecido que derrota caminos
tus palabras y besos prohibidos
allanan nuestros sinuosos destinos.
Carícias reconvirtiendo mi cuerpo sediento
en un oasis pecaminoso y hambriento.
Hoy,por siempre,te estaré agradecido
me siento carnalmente bendecido.
viernes, 27 de noviembre de 2009
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