Intima carícia
rocía tu piél
sabor de miél.
Oronda fragáncia
derrumba mi resisténcia
se apodera de mí
esclavo de tí.
Siervo para siempre
carcelero de tus sueños
vigilante de tus miedos
te honraré
hasta la muerte.
Sobrado de suerte
necesito resucitar
para volverte a amar.
viernes, 27 de noviembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario